Es raro pensar cómo llegué al remate de "un producto" que nunca pedi ni quise tener...
Cuando pensamos que de alguna tenemos todas las de ganar con una relación, surge la vanidad y la soberbia de pensar que podemos exigir todo lo que se nos ocurra a los participantes que, entusiastas levantarán sus cartelitos esperando sean tomados en cuenta en sus ofrecimientos.
Sin concursos ni sorteos, de pronto me vi en aquel salón con mi cartelito y el martillero golpeándo la mesa y gritando que "el producto" había sido abjudicado a otra persona, y además aprovechaba de humillarme diciendo que "la señorita del cartelito azul dio muy poco!"
¿será acaso que la rabia es pariente del deseo y de la pasión? Pero, ¿qué hay del amor? porque en forma teórica y muy en papel es sabido que el amor no busca herir. Por ahí dicen que si alguien te hace llorar es porque nunca te amó.
Cuestión de amor...cuestión de pasión..de deseo y de decepción por lo que no se tuvo.
Aún no sé qué hacer con el cartelito....y no sé en qué momento entré a este tipo de compras de productos supuestamente especiales.
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Todo el texto está algo confuso....pero es que definitivamente no sé cómo es que sin buscar nada, de pronto me plantean "ultimatums" y me dan pseudo-oportunidades...
...y de qué, me pregunto?
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