¿Triste??...yo??...¡¡¡No para nada!!!.
¿esa lágrima?..no..debe ser la luz...vamos que mi disfraz de payaso lo tengo hasta medianoche
En tiempos en los que la facilidad de los sistemas de comunicación nos hacen presa de la satisfacción inmediata, de la sonrisa fácil, de las redes en las que se apodan de "amigos" a personas que deseas tener cierto grado de conversación, sin dar pie a una reflexión mayor de la significación de la palabra amigo.
Añadimos "amigos", bloqueamos a otros, abrimos y cerramos la puerta a personas lejos de los sentimientos que se tienen cuando estamos frente a personas de verdad. Somos más valientes de decir las cosas por escrito, tanto por el tiempo para redactar las ideas, como por la impersonalidad de no tener que ver sus ojos cuando reciba el mensaje.
Es en esta realidad donde lo complicado es mal mirado, donde se debe sonreir para ser aceptado, sin tener en consideración una mirada más profunda a cada uno, como persona. Es así como la tristeza perdió el valor que alguna vez tuvo en tiempos lejanos.
La tristeza mueve, profundiza en los pensamientos y activa la posibilidad de crear nuevas opciones de caminos futuros. No por nada en presencia de este sentir los verdaderos artistas han creado sus más maravillosas obras, porque es el momento de volcar su alma sobre lo que quieran gritarle al mundo, sobre toda esa pena, tristeza, frustración e incluso la rabia.
Ya no está de moda la oscuridad, esa forma de ver y mostrar las cosas de poetas como Lord Byron. Si alguien de pronto tomara una actitud de vida y se expresara asi, sería marginado de esta sociedad que cree en lo concreto, fácil y ojalá venga con con un globito de hello kitty.
Somos hipócritas, cínicos e incapaces de demostrar la soledad de nuestro ser, de la necesidad de mostrar nuestra inmundicia de alma al otro. No es lo que la sociedad acepta, no es lo que nos hace que nos quieran.
Quizás lo mejor sea vestirme de rosado, añadir más amigos al facebook (y a acualquier forma de red) y practicar mi nueva forma de ser..."efervescente"
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